Si de algo están orgullosos los habitantes de México es de su cultura y, en especial, de su gastronomía que es reconocida internacionalmente. Es por eso que le causó indignación el video de un joven norteamericano que probó un tamal por primera vez, viralizado en las próximas horas. ¿El problema? Lo comió de una manera en que nadie jamás comió un tamal.
Si bien los tamales se comen hoy en día en gran parte de América Latina, son un plato que se remonta a la época prehispánica de México. Entonces, era un alimento que se consumía casi exclusivamente en las grandes fiestas y se preparaba para agradecer la fertilidad de la tierra en eventos sociales o como ofrenda a los muertos.
Por eso la comida se volvió tan icónica para la cultura mexicana. Tanto que unos vecinos del lugar le convidaron unos tamales al padre del tiktoker Garett Sikes, quien decidió compartirlos con su hijo.
Un tamal mexicano en manos de estadounidense
Cautivado por la comida extranjera, el muchacho estadounidense decidió probar lo que le habían convidado. Para ello, decidió compartir su experiencia en su cuenta de Tik Tok. En un primer video, mostró su propio proceso de preparación que consistió en cortar el tamal en varias partes y, luego, calentarlo en el microondas.
Pero luego: el sacrilegio. Con su plato caliente, Garett comió el tamal sin quitarle las hojas que hacen de cobertura del relleno. Así es: se comió el envoltorio del tamal. Más tarde en otro video, el tiktoker contó que su novia le había explicado que debía desenvolverlo. “Me acaba de decir que soy un estúpido”, comentó entre risas. “Si tenés que comerlo en frente de la gente, desenvolvelo antes de comerlo”, se burló de sí mismo el muchacho.
El video y la cuenta del “experimentador”, se viralizaron inmediatamente entre los mexicanos que no solo se rieron, sino que intentaron darle tips sobre cómo probar unos tamales según la tradición del país latino.
Fue entonces que Garett se animó a probar nuevamente. Esta vez, con un segundo tamal, decidió freir el platillo. En una pequeña sartén puso aceite de maní, también sin sacarle la hoja, por lo que los mexicanos volvieron a reir y a explicarle que, para hacer esa preparación, debía remover el envoltorio.